Al escuchar eso y verme sujetando la
canción, Niall lanzó su micrófono bruscamente contra el suelo y aceleró el paso
hacia mí. Sujetó mi cara entre sus manos, mirándome como si tuviera miedo de
que volviera a desaparecer… y entonces me besó. No sé describir lo que sentí.
Por una parte me arrepentía de estar allí otra vez con él y de haber perdido
dos meses de sufrimiento para nada, pero por otra –y siendo realistas- le
echaba de menos más de lo que podía soportar.
En medio de ese beso, y mientras mi
mente divagaba, Liam apareció con una sonrisa burlona.
-Chicos…
Nos separamos intentando no
descojonarnos y escuchamos lo que tenía que decirnos.
-Hemos hecho todo lo posible para
entretener al público, pero… los micrófonos.
Miramos el mío y el de Niall, que
ahora yacía en el suelo.
-Estaban encendidos.
A Niall y a mí se nos borró la
sonrisa instantáneamente, nos miramos, miramos luego a Liam y al mirarnos de
nuevo estallamos en carcajadas.
-Será mejor que subamos ya- dijo
Niall finalmente.
Ascendimos los andamios nuevamente
hasta llegar a los elevadores del escenario, nos colocamos cada uno en uno y
Liam fue el primero en subir, no sin antes haberme guiñado un ojo.
-¿Tienes miedo?- dijo Niall.
-Estoy acojonada.
-Por las fans o por nosotros.
-Por ambos.
Hablaba en serio y Niall lo sabía,
por eso cogió mi mano y la apretó fuerte en señal de apoyo. Después nos
separamos y esa especie de ascensor comenzó a subir, hasta que aparecimos en
medio de los chicos y de frente a una multitud que, boquiabierta, guardaba
silencio.
Noté como mi estómago se derretía,
la garganta se entumecía y las piernas parecían desaparecer contra el suelo, pero
entonces, cuando creí que iba a empezar a vomitar en escena, Niall me dio la
mano y me atrajo hacia él, con gesto firme y decidido.
Y entonces ocurrió. La gente empezó
a aplaudir como si no hubiera mañana, a silbar, a vitorear, a felicitarnos. Los
chicos se unieron al aplauso y empezaron a mirarme con ternura, agradeciéndome
con los ojos haber vuelto. Miré a Josh pidiendo socorro por la vergüenza que me
daba aquella situación, y él, obediente, comenzó a tocar What makes you
beautiful, la canción final.
Aproveché el movimiento de los
chicos y el estallido de globos y confeti para escurrirme hacia el backstage y
esperar a que acabara el concierto. Estaba dando saltitos infantiles de
felicidad cuando dos voces sonaron a mis espaldas.
-¡Carol!
-¡Paul! ¡Preston! Cómo me alegro de
veros.- dije abrazando a cada uno.
-Y nosotros a ti.
-Se notaba mucho tu ausencia, no te
imaginas cómo estaba Niall la primera semana.
-Todos estaban decaídos.
-Jajajajajaja era como si alguien
hubiera muerto.
-Bueno, por suerte o por desgracia sigo
viva y he vuelto.
Todos reímos. Las luces se apagaron
e inmediatamente los cinco chicos bajaron corriendo a abrazarme.
LIAM- Por favor, dejad que la abrace
yo primero- dijo acercándose a mí y estrujándome contra él.
LOU-No te imaginas cuánto te hemos
echado de menos.
HARRY-Oh venga, basta de
cursiladas.- se rió, y al igual que el resto me abrazó.
ZAYN-Sabía que volverías…- susurró a
mi oído, y me besó en la frente después.
Nos quedamos todos juntos un rato
más, después se fueron desperdigando en las duchas, comiendo, persiguiéndose
con botellas de agua… Sabía que aún me quedaba una converación pendiente que no
podía obviar: Harry y yo nos habíamos besado el día de mi fuga y yo le había
dicho que le quería.
Fui buscando por los pasillos hasta
que alguien del equipo me indicó amablemente que posiblemente estaría en los
vestuarios. “¿Por qué cada vez que tengo que hablar de algo serio con él está
sin camiseta?” pensé.
-Eh eh eh
señorita, ¿sabe que estos son los vestuarios de chicos?
Sonreí
para mí misma antes de girarme; Harry me había encontrado a mí y me observaba
sin camiseta y con una toalla enrollada a la cintura.
-Tiene
razón, debí haber buscado a Harry Styles en el de chicas.- dije guiñándole un
ojo.
-Uhhhhh
golpe bajo.
Me reí y
esperé a que corriera a abrazarme, era algo que sabía que haría. Él también me
conocía lo suficiente como para saber que le estaba buscando para aclarar todo
lo que había pasado, así que me llevó dentro del vestuario y nos sentamos en
uno de los bancos. Fui yo la que comenzó a hablar.
-Enséñamelo.
-Pervertida…
-Jajajajajajajajaja
¡idiota! Sabes a lo que me refiero…- le cogí entonces de la mano y él giró la
muñeca lentamente dejándome ver el “B07”.
-Por qué
lo hiciste.
-¿Te
molesta?
-Jajajajaj
pues claro que no, me encanta. Pero no sé, ya no vas a poder quitártelo…
-Tampoco
quiero.
-Ya, eso
dijiste con 28 de los 100 tatuajes que llevas hechos, y luego mira…
-No me
arrepentiré de llevarte en la muñeca, si eso es lo que te preocupa.- dijo con
gesto dramático.
-Jajajajajajajaja
de acuerdo, tú ganas.
-Como
siempre.
Me quedé
mirándole a los ojos sonriendo unos segundos.
-Te
echaba de menos Hazza.
-Y yo a
ti…
Acaricié
el tatuaje con mi dedo pulgar.
-Carol.
-¿Sí?
-Quiero
contarte una cosa.
-Claro,
te escucho.
Harry se
aclaró la voz y tardó unos segundos en empezar. Después se rascó la parte de la
nariz que da a la cuenca del ojo. Sabía que eso significaba miedo a decirme
algo, así que le obligué a que me mirara a los ojos presionando su barbilla
suavemente.
-Harry
puedes contarme lo que sea. Vamos.
-Está
bien. He… he conocido a alguien.
La
noticia chocó de lleno con mis narices, pero al contrario de lo que pensaba y
sorprendentemente me alegró. Me alegró muchísimo. Se lo merecía tanto…
-¡Harry!
Eso es genial…
-¿En
serio? Quiero decir, ¿te parece bien? ¿No te… molesta?
Sonreí;
tan atento como siempre…
-Pues
claro que no amor. Es más, quiero saberlo todo de ella.
-Ya sabes mucho de ella.
-No
entiendo…
-Cuando
te diga su nombre lo harás. La conocí en una fiesta benéfica. Estaba sentada en
la barra y me acerqué a decirle cuánto la admiraba. Nos quedamos hablando casi
2 horas. No volví a saber de ella hasta que una semana más tarde me la encontré
en la panadería. Quise pagar yo sus pasteles, pero no me dejó, así que le dije
que me veía en la obligación de invitarla a un café. Aceptó, intercambiamos los
números y… bueno, llevamos viéndonos casi un mes. Es una chica increíble y creo
que puede funcionar.
-Debe de
ser guapísima…
-Lo es
jajajajajajajajaja Y mayor también.
-Pero
¡vamos Hazza! Dime ya quién es.
-¿Preparada?
-¡No,
pero venga!
-Jajajajajajaja
de acuerdo… Redoble de tambor…
-Harry
Styles por dios.
-Emma.
-¿Qué
Emma?
-Emma
Watson.
Creí
caerme de espaldas contra las taquillas.
-¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!
-Jajajajajajajaja
sabía que reaccionarías así.
-Pero
cómo voy a reaccionar Harry, si… si… si esa chica. DIOS.- no me salían las
palabras.
-Lo sé,
todavía no entiendo cómo pero…
-Vale.
Creo que ya estoy mejor. Tengo que preguntártelo.
-El qué.
-¿Ya
habéis…?
-¡Carol!
-Jajajajajajajajajaja
ahora ya sabes cómo me siento yo con tus preguntitas.
-No.
-¡¿NO?!
-No
jajajajajaja
-Pues sí
que te tiene que gustar…
-Yo soy
un caballero cuando quiero.
-Jajajajajajajajajaja
ya veo ya.
Seguimos
hablando un rato, luego llegó el momento de volver con los demás. Harry se
levantó para terminar de vestirse y yo tararée la BSO de Harry Potter. Él se
rió, se acercó a mí y me dijo al oído:
-Aun así
has de saber que a ti siempre te querré, y que la muñeca no es el único sitio
en el que te llevo.
Se giró y
desapareció así, like a boss, like a Harry.